El Hombre de Flores (Homo floresiensis), también apodado "Hobbit", es el nombre propuesto para una especie recientemente descrita del género Homo, extraordinaria por el pequeño tamaño de su cuerpo y su cerebro, y por su reciente supervivencia, pues se cree que fue contemporánea con los humanos modernos (Homo sapiens) en la isla indonesia de Flores. Se descubrió un esqueleto subfósil, datado hace 18.000 años, designado como LB1, muy completo excepto por los huesos del brazo, que todavía no se habían encontrado, en yacimientos en la cueva de Liang Bua en 2003.Posteriormente, en el mismo lugar en 2004 se recuperaron partes de otros nueve individuos, todos diminutos, incluida una mandíbula designada como LB6, así como los huesos del brazo derecho pertenecientes al ejemplar original y herramientas de piedras igualmente pequeñas de estratos comprendidos de entre 90.000 a 13.000 años de antigüedad.
Los descubridores han apodado a los miembros de la diminuta especie «hobbits», como la raza ficticia de Tolkien que en sus libros son gente pequeña. El Homo floresiensis, tiene unos 74.000 años de antigüedad. También están ampliamente presentes en esta cueva sofisticados utensilios de piedra de un tamaño considerado adecuado para un humano de 1 metro de estatura. Dichos utensilios parecen tener una antigüedad entre 95.000 y 13.000 años y están asociados con estegodontes jóvenes, presumiblemente presas del hombre de Flores.
Los especímenes no están fosilizados, sino que tienen lo que ha sido descrito en un artículo de Nature «la consistencia del papel mojado secándose». Además, encontraron en el mismo lugar sofisticados utensilios de piedra de un tamaño considerado adecuado para el Homo floresiensis.
Los investigadores esperan encontrar ADN mitocondrial en buen estado para compararlo con muestras de especímenes no fosilizados de H. neanderthalensis y H. sapiens similares. Sin embargo, la probabilidad de que se haya conservado ADN es baja, pues éste se degrada más rápidamente en entornos tropicales templados, donde se sabe que no se conserva más que algunas docenas de años. La contaminación del entorno cercano parece altamente probable dado el ambiente húmedo en el que fueron encontrados los especímenes.
El Homo erectus, señalado como el antepasado inmediato del Homo floresiensis, tenía aproximadamente la misma talla que otra especie descendiente, la de los humanos modernos. Sin embargo, los especialistas creen que a consecuencia del limitado aporte alimentario de la Isla de las Flores, el Homo erectus, llegado al territorio de la isla de Flores hace ca. 500 000 años, sufrió un fuerte enanismo isleño, una forma de especiación geográfica también presente en la isla en diversas especies. Aparte de la diferencia de tamaño, los especímenes parecen por lo demás semejantes en sus características al Homo erectus, del que se sabe vivía en el sureste asiático en la misma época que los hallazgos más antiguos del Homo floresiensis. Estas semejanzas observadas forman la base del establecimiento de la relación filogenética sugerida.
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